Sociedad Argentina de Urología (SAU)
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La Sociedad Argentina de Urología. Década de 1960. 7° Parte.

En la Asamblea Extraordinaria del 15 de julio de 1965, el Dr. Brea preguntó “¿con respecto a las jornadas Rioplatenses, las seguirá organizando la S.A.U. o la C.A.U.? En las conversaciones que hemos tenido me dijeron que no se resignaba ninguno de sus atributos y hoy queda demostrado que la S.A.U. resigna la organización de los congresos y la representación de la urología nacional que eran evidentemente las principales actividades.”
Los doctores Carreño y Grimaldi explicaron que todas las Sociedades pueden organizar esas actividades independientemente. Los doctores Trabucco y García restaron importancia a la circunstancia de que las Jornadas Rioplatenses fueron absorbidas por la C.A.U. Finalmente se resolvió que los delegados ante la C.A.U. fueran elegidos o designados por la comisión directiva de la S.A.U.

Cuarta Sesión Ordinaria 22 de julio de 1965

Por ausencia del Dr. Fonio, ocupó la presidencia el Dr. Sánchez Sañudo, quien leyó una carta ingresada por la Secretaría, con fecha 22 de julio y en cuyo texto el Dr. Brea presentaba la renuncia a la S.A.U.
A continuación se transcribe el contenido de la misma:

“Buenos Aires, 22 de julio de 1965.
Sr. Presidente de la Sociedad Argentina de Urología
Profesor Doctor Oscar A. Fonio
De mi mayor consideración:
Me dirijo al Sr. Presidente para elevar mi renuncia como miembro titular de la Sociedad Argentina de Urología. Esta decisión que me afecta profundamente, ha sido tomada después de una profunda y serena meditación, habiendo llegado a ella como consecuencia del análisis desapasionado de una serie de hechos y circunstancias. La decisión de la Asamblea de propiciar la creación de una Confederación Argentina de Sociedades de Urología por unanimidad a la cual accedí como homenaje a los señores asambleistas, pero dejando constancia que ese voto, no modificaba en lo mas mínimo mi oposición a la misma. Significa a mi criterio, cercenar los derechos estatutarios a nuestra sociedad injustamente.
La Sociedad Argentina de Urología ha representado gallardamente a la urología argentina desde su fundación. Igualmente ha intervenido con ecuanimidad y acierto en la designación de relatores y elección de temas de los distintos congresos nacionales e internacionales cumpliendo así como los postulados de su creación. Con celo encomiable ha propulsado el desarrollo de la urología argentina estimulando a los urólogos de todo el país llevando a sus principales centros el seno de sus reuniones, jornadas y congresos científicos, propiciando la creación de nuevos núcleos urológicos, dando de esta manera vigencia real a otro de los postulados estatutarios de su fundación. Ha sido por sobre todas las cosas, una entidad argentina para todos los urólogos argentinos y lo ha materializado sin egoísmos ni banderías, poniendo en manos de los urólogos de todo el país la responsabilidad de cumplir con su existencia y lo ha hecho con grandeza y a puertas abiertas.
Todo esto, señor presidente, sin entrar en el terreno afectivo ha de ser resignado por la Sociedad Argentina de Urología para dar lugar a la creación de una nueva entidad, la Confederación Argentina de Urología, cuya razón de ser estriba precisamente en eso, representar la urología argentina en el exterior, organizar los congresos y actividades científicas nacionales e internacionales, intervenir en la designación de relatores y temas, propiciar las relaciones de los urólogos argentinos entre si por intermedio de las distintas sociedades urológicas existentes y por crearse y yo me pregunto señor presidente: ¿Es por qué la Sociedad Argentina de Urología ha dejado de llevar su cometido satisfactoriamente? ¿Es que la S.A.U. ha descuidado el estímulo de los estudios urológicos y el progreso de la urología en todo el país? ¿Es que la S.A.U. en vez de estrechar los vínculos entre todos los urólogos argentinos los ha dividido? Muchas otras preguntas embargan mi espíritu y no he encontrado alguna respuesta satisfactoria que justifique, a mi entender esta mutilación de derechos adquiridos en una trayectoria límpida e inmaculada. No me resigno a ver a nuestra querida Sociedad, limitada a las reuniones ordinarias en su sede de la A.M.A. y por esto renuncio, pues entiendo que permanecer en el seno de ella, es convalidar con mi presencia una situación que no comparto.
Pienso, señor presidente que si esta es mi actitud, configurara un error por cierto desinteresado, sincero y desprovisto de toda ambición personal, es mas simple y de menor significación la rectificación y el reconocimiento por parte de uno, que no de muchos. Esto en lo que respecta al fondo del problema. En cuanto a la forma considero que esta viciado de nulidad por cuanto estimo imprescindible y previo modificar los estatutos de la Sociedad Argentina de Urología, filial de la A.M.A. para acceder a la nueva entidad creada sus principales atributos, lo cual debiera hacerse con la intervención de las autoridades de la A.M.A. que los aprobara originariamente para darle validez en ocasión de su fundación.
Saluda al Sr. Presidente y se reitera a sus ordenes”
Firmado Dr. Luis María Brea
Miembro Titular de la S.A.U.

Roberto J. Barisio
Profesor Adjunto de Urología

Las notas sobre la historia de la Sociedad Argentina de Urología fueron extraídas total o parcialmente del trabajo de los Dres. Roberto J. Barisio y León María Metz "Historia de la S.A.U."